viernes, 20 de mayo de 2011

El texto expositivo y argumentativo. (Maria Soto)


La exposición:

El texto expositivo tiene como objetivo informar y aportar conocimientos sobre un tema. La intención es didáctica i pretende hacer entender una idea o simplemente ampliar los conocimientos del lector. Se caracteriza por su función referencial, es decir, tiene una forma ordenada, clara y objetiva. En general se pueden agrupar en:

* Textos divulgativos: informan clara y objetivamente de un tema de interés general. En principio son fáciles de comprender porque se dirigen a un amplio sector de público.

* Exposición científica: tienen un grado de dificultad alto, porque en este caso el fin no sólo es informar, sino hacer comprender fenómenos, conceptos… que exigen unos previos conocimientos de tema tratado.
La diferencia básica entre la exposición y la argumentación, es que el fin de la exposición es mostrar, en cambio el de la argumentación es demostrar o convencer. 

Estructura de la exposición:

Los textos expositivos, normalmente parten de una idea que se desarrolla a continuación. Los elementos de los textos siguen una relación lógica, cronológica o jerárquica.
La relación lógica se establece a partir de que ciertos hechos provocan determinados resultados, la relación cronológica se da en exposiciones donde plantean, por ejemplo, los avances de un tema científico o de tema humanísticos desde una perspectiva histórica. Y por último, en la relación jerárquica los hechos se refieren por orden de importancia.
La estructura básica consta de tres partes:
 
* Introducción: se plantea el tema sobre el cual se va a hablar.

* Desarrollo: se aborda el tema y se incorporan los subtemas y las ejemplificaciones. Los ejemplos son muy importantes en la exposición, porque sirven de apoyo a la explicación y ayudan a comprender el texto.

* Conclusión: se cierra el texto llegando a la tesis que se ha expresado al principio, valorando la información que se ha expuesto, etc.  

El desarrollo del contenido del tema puede ser analizando o deductivo, si se parte de una idea o tesis y luego se va explicando, o sintetizante o inductivo, si se va de los casos particulares a la conclusión o síntesis. Ambas formas pueden darse a la vez.

La argumentación: 

El texto argumentativo tiene como objetivo expresar opiniones o rebatirlas con el fin de persuadir al lector. La argumentación exige al lector un conocimiento global de tema y de las técnicas de persuasión. Además de la función referencial que domina en la parte en la que se expone la idea base, en el texto argumentativo aparece la función apelativa o conativa, característica en el desarrollo de los argumentos. 

Estructura de la argumentación: 

La selección de la información depende del asunto que se trata y de la situación. En cuanto a la situación, es importante hacer una hipótesis de las ideas o creencias del receptor, porque si se trata de convencerlo, es necesario tener claro su punto de vista.
 La estructura básica consta de tres partes:

* Introducción: se suele partir de una breve exposición del tema donde se acostumbra a presentar la tesis, que es la idea sobre la que se va a tratar y que se quiere demostrar, puede coincidir total o parcialmente con la conclusión final. 

* Desarrollo: es la parte que contiene el cuerpo de la argumentación. En ella se van aportando los argumentos. De los argumentos pueden surgir conclusiones parciales, que a la vez, pueden originar nuevos argumentos. 
Estos pueden ser:
- De autoridad: argumentos dados por un experto.
- Del sentir de la sociedad: argumentos que coinciden con la opinión de la mayoría.
- Por analogía: se relaciona el razonamiento con casos o situaciones semejantes.
- De ejemplificación: se para de un caso particular a una generalización.
- De la experiencia individual: argumentos que son fruto de las vivencias del emisor. 

* Conclusión: en este aparto se vuele a la tesis para reforzarla. La mezcla de la estructura deductiva y inductiva, da lugar a la estructura encuadra.

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