jueves, 12 de mayo de 2011

Jaime Gil de Biedma (Maria Soto)


Jaime Gil de Biedma
Poeta español nacido en Barcelona en 1929, en el seno de una familia de la alta burguesía. 
Inició sus estudios de Derecho en Barcelona y los continuó en Salamanca, por cuya universidad se licenció.   
Su poesía, de tono elegíaco, enlaza con la de Vallejo, Antonio Machado y con el delicado erotismo de Cernuda.
Aunque su obra no es muy extensa, es una de las que más influencia ha ejercido en las generaciones recientes.
Su primer libro, «Según sentencia del tiempo», se publicó en 1953, seguida de «Compañeros de viaje» en1959,
«En favor de Venus» en 1965, «Moralidades» en1966, «Poemas póstumos» en1968, «Las personas del verbo» en 1975
y 1982, donde recoge su poesía hasta esas fechas. Escribió agudos ensayos literarios, y después de su muerte se editó
un diario suyo, «Retrato del artista».

Intento formular mi experiencia de la guerra, Moralidades
Fueron, posiblemente,
los años más felices de mi vida,
y no es extraño, puesto que a fin de cuentas
no tenía los diez.
Las víctimas más tristes de la guerra
los niños son, se dice.
Pero también es cierto que es una bestia el niño:
si le perdona la brutalidad
de los mayores, él sabe aprovecharla,
y vive más que nadie
en ese mundo demasiado simple,
tan parecido al suyo.
Para empezar, la guerra
fue conocer los páramos con viento,
los sembrados de gleba pegajosa
y las tardes de azul, celestes y algo pálidas,
con los montes de nieve sonrosada a lo lejos.
Mi amor por los inviernos mesetarios
es una consecuencia
de que hubiera en España casi un millón de muertos.
A salvo en los pinares
– pinares de la Mesa, del Rosal, del Jinete! –,
el miedo y el desorden de los primeros días
eran algo borroso, con esa irrealidad
de los momentos demasiado intensos.
Y Segovia parecía remota
como una gran ciudad, era ya casi el frente
– o por lo menos un lugar heroico,
un sitio con tenientes de brazo en cabestrillo
que nos emocionaba visitar: la guerra
quedaba allí al alcance de los niños
tal y como la quieren.
A la vuelta, de paso por el puente Uñés,
buscábamos la arena removida
donde estaban, sabíamos, los cinco fusilados.
Luego la lluvia los desenterró,
los llevó río abajo.
Y me acuerdo también de una excursión a Coca,
que era el pueblo de al lado,
una de esas mañanas que la luz
es aún, en el aire, relámpago de escarcha,
pero que anuncian ya la primavera.
Mi recuerdo, muy vago, es sólo una imagen,
una nítida imagen de la felicidad
retratada en un ciclo
hacia el que se apresura la torre de la iglesia,
entre un nimbo de pájaros.
Y los mismos discursos, los gritos, las canciones
eran como promesas de un tiempo mejor,
nos ofrecían
un billete de vuelta al siglo diez y seis.
Que niño no lo acepta?
Cuando por fin volvimos
a Barcelona, me quedó unos meses
la nostalgia de aquello, pero me acostumbré.
Quien me conoce ahora
dirá que mi experiencia
nada tiene que ver con mis ideas,
y es verdad. Mis ideas de la guerra cambiaron
después, mucho después
de que hubiera empezado la posguerra.

Comentario:

 TEMA PRINCIPAL DEL POEMA:
El título hace explícita la intención del poeta de mostrar, o intentar mostrar, su versión personal de la guerra. Es transmitido por el autor desde su experiencia juvenil, cuando “a fin de cuentas no tenía los diez años”, pero cuando explica su historia es en la madurez .A lo largo del poema se presenta una dualidad de perspectivas desde las que se trata la guerra, el niño y el adulto. Según el autor, la gente piensa que los niños son las víctimas más tristes pero en realidad se equivocan, porque su experiencia le dice que los niños son felices ya que juegan a guerreros y se pueden sentir personas adultas. Pero después de la guerra todas esas ideas cambiaron ya que se dio cuenta que eso no era felicidad tan solo una bella imagen de la guerra, si es que la puede haber, claro.

ESTRUCTURA:
Externa: No posee una estructura fija, consta de 6 estrofas libres, de 4 a 17 versos.
Interna: Se divide en 3 partes: La primera parte consta de las dos estrofas iniciales, funcionan como una introducción general al poema, en la que se sintetiza el que será su tema central (el contraste entre la realidad histórica de una España en guerra y la vida despreocupada del sujeto poético durante su infancia). En estas estrofas, el autor crea al lector la impresión de estar ante una confesión hecha a un amigo.

MÉTRICA:
El poema está constituido por versos libres que se agrupan en 7 estrofas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario